Ustedes pensarán "qué mina loca" pero me fascina A Clockwork Orange. No sé por qué. Los que hayan visto la película seguramente pensaron "A la mierda! Qué tipos locos" (y si se es del sexo femenino, muy seguramente también les pasó por la mente "Malcolm McDowell estás violable") y los que leyeron el libro seguramente habrán empezado a usar vocablos como "Devotchka" o "Goborar", etc. Pero quizás sea esa salida descomunal de la raya, esa violencia tirada en la cara tan normalmente, ese "fuck the world", la moloko drencrom o los sombreros, lo que me atrae. Ese ámbito de que las secuencias sean de lo menos esperable, la música clásica acompañando todas esas escenas perturbadoras provocando en su mayoría un efecto cómico, las pestañas postizas, o el excéntrico -y tan malo, que se llega a quererlo- Alex DeLarge limpiándose la sangre de la boca y sonriendo irónicamente. Esa cosa que devela la rabia que muchos tenemos contenida, como demostrando ser absolutamente correcta, mediante violar, destrozar, pegar, conducir irresponsablemente, robar, tomar leche con drogas, el universo impúdico que muestra Kubrick y que escribió Burgess, será porque tengo la mente un poco distorsionada pero me encanta, porque es algo tan fuera de lo común pero presentado de una forma tan optimista y surrealista que te atrapa.